América Latina se enfrenta a retos monumentales para alcanzar sus objetivos de desarrollo sostenible, pero también tiene una oportunidad única para transformar estos desafíos en motores de cambio.

Uno de los elementos más cruciales para lograrlo es la movilización de recursos, tanto internos como externos. En este escenario, las Agencias de Promoción de Inversiones (API) juegan un papel fundamental, por su capacidad de promover o facilitar el acceso a inversiones que impulsen la infraestructura, la sostenibilidad y la competitividad económica de la región.

El Latin American Economic Outlook 2024 de la OCDE destaca varias áreas clave para la financiación del desarrollo sostenible en América Latina, incluyendo la diversificación de las fuentes de financiación y el uso eficiente de los recursos públicos. Las API tienen la capacidad de llevar estas recomendaciones a la práctica y, en muchos casos, son los actores decisivos para transformar los recursos disponibles en resultados tangibles.

Un Clima de Negocios favorable, el primer paso para atraer inversiones

El incentivo al sector privado es una de las prioridades más destacadas en el informe de la OCDE. Para que América Latina logre financiar su futuro sostenible, es esencial crear un entorno de negocios estable y predecible. Aquí, las API pueden desempeñar un rol crucial. Su trabajo no solo se limita a atraer inversiones extranjeras, sino también a asegurar que el clima de negocios sea favorable para los inversores tanto locales como internacionales.

Las API tienen el poder de influir en políticas que aseguren un marco regulatorio robusto, con énfasis en la seguridad jurídica, la estabilidad macroeconómica y la transparencia. Este entorno no solo atrae capital extranjero, sino que también proporciona las bases para que las empresas locales puedan acceder a nuevos mercados y recursos, impulsando el crecimiento económico a nivel regional.

Simplificación de trámites, oportunidades estratégicas y garantías

La inversión extranjera directa (IED) es esencial para complementar los recursos internos. El reporte de la OCDE señala que las inversiones extranjeras no solo financian proyectos, sino que también traen consigo conocimientos técnicos, mejores prácticas y nuevos mercados. Las API tienen la responsabilidad de promover políticas que faciliten la entrada de capital extranjero y garantizar que las inversiones lleguen a los sectores más estratégicos, como la energía renovable, la infraestructura sostenible y la tecnología.

Para lograrlo, las API deben actuar como puentes entre los inversionistas y los sectores productivos de la región. Esto implica facilitar el acceso a oportunidades específicas y proporcionar garantías de estabilidad a los inversores. Además, las agencias pueden ofrecer incentivos fiscales y facilitar la creación de marcos regulatorios transparentes y predecibles, aspectos fundamentales para atraer flujos de capital.

Innovación Financiera, nuevas herramientas para el desarrollo sostenible

En un contexto global cada vez más enfocado en la sostenibilidad, las API tienen el potencial de promover instrumentos financieros innovadores, como bonos verdes y bonos sociales. Estas herramientas no solo generan retornos financieros, sino que también ayudan a financiar proyectos que tienen un impacto positivo en el medio ambiente y en las comunidades.

Además de facilitar el acceso a estas herramientas, las API pueden desempeñar un rol educador, promoviendo entre las empresas y los inversionistas el uso de instrumentos que alineen el rendimiento económico con los objetivos sociales y medioambientales. La clave está en aprovechar el creciente interés global por inversiones que generen un impacto tangible más allá de los rendimientos financieros inmediatos.

El futuro de las Alianzas Público-Privadas (APP)

Otro punto crucial del informe de la OCDE es la promoción de las Alianzas Público-Privadas (APP), que permiten movilizar grandes cantidades de capital privado para proyectos de infraestructura y servicios públicos. Las API pueden facilitar la creación de APPs exitosas al identificar proyectos estratégicos que merezcan este tipo de inversión.

El rol de las API en las APPs no solo es el de un facilitador, sino también el de un intermediario que reduce riesgos. Al trabajar junto con los gobiernos locales, pueden ayudar a estructurar proyectos que sean atractivos tanto para el sector privado como para el público, asegurando que ambas partes compartan los riesgos y los beneficios de manera equitativa.

Gestionar los Recursos Públicos, clave para maximizar el impacto

La eficiencia en el uso de los recursos públicos es otro desafío señalado por la OCDE. Las API pueden jugar un papel importante aquí al mejorar la coordinación entre el sector privado y el público, asegurando que los proyectos se financien de manera óptima y los recursos se utilicen de manera eficaz. Al mismo tiempo, las agencias deben ser proactivas en promover la transparencia en los proyectos financiados, garantizando que los fondos se usen de manera adecuada.

En un contexto en el que América Latina busca cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las Agencias de Promoción de Inversiones tienen la capacidad de ser motores clave del cambio. Si logran crear un entorno favorable para las inversiones, facilitar la entrada de capital extranjero, promover la innovación financiera y fomentar alianzas entre el sector público y privado, podrán movilizar los recursos necesarios para enfrentar los retos del futuro. En última instancia, son las API las que pueden transformar las recomendaciones del Latin American Economic Outlook 2024 en una realidad tangible para la región, impulsando un desarrollo más inclusivo, equitativo y sostenible.